domingo, enero 29, 2012

11011


He sido vaciada.
He sido golpeada hasta en el subsuelo.
He sido puesta en pie con la caricia de un puño cerrado.
Tantas veces… Tantas que ya no poseo la espera, el lamento y la sangre de unas venas que ya no se derraman por el trayecto repetitivo y apático.
Las creencias por las que ponía el vivir sin el sobre eran la banalidad que desmentía mi cuerpo solo; danzando solo, descomponiéndose solo.
No esperaba menos de nosotros; realmente no esperaba nada.
Dijimos que era por nuestro bien, luego alguien gritó.
Desconcierto en las palabras y una fe maldita.
Te amo tanto que solo podemos curarnos infectando las heridas en el recuerdo.
Nos colocamos, nos emborrachamos y nos apiadamos en silencio dentro de la vanidad más protectora en el mismo instante.
Nos damos tanta pena que hasta la pena se aflige, siente aversión y se remedia en el silencio más vergonzoso.
Somos y creamos un predominio personal tan vasto que parece, mi vida, hasta una broma pesada.
Nos destruimos antes de crear.

Creo en lo que desconozco; creo en .

X

No hay comentarios:

Publicar un comentario