sábado, abril 23, 2011

Héroes



Mi pecho. Mi centro. Lo noto desvanecerse como un fruto putrefacto. Mis huesos se retuercen con el futuro incierto de un nosotros. Prometemos el fin del mundo. Como si pudiésemos poseerlo. Como si supiésemos su principio, su final, su verdad detrás de escena. La forma que hace tu mandíbula, la forma en que se juntan tus dientes, la forma en que termina el lóbulo de tu oreja derecha. Tus espinillas, tus gemelos, tus nudillos delgados. Todo lo tengo visto más de mil veces a cada hora. Todo está dibujado en mi cabeza como un salvavidas en una habitación vacía. Tu mente, tu mente, tu mente. Tu jodida mente paradójica tan mía como el ápice de mi cuerpo y el final de mis talones desgastados. Nuestras mentes que leen en líneas que están por escribir. Nuestros labios secos despegándose con la cara pálida, el maquillaje corrido y los pulmones infectados de tabaco barato. Beber whisky de segunda en la barra del bar mientras nos observamos a ratos, para comprobar que nada ha cambiado; Por ahora. Suena la sintonía de un chorro de agua tibia en tu espina dorsal cuando no me hace falta recordarte. Recorre tu pecho y se aferra a tus pestañas pobladas y largas. Necesito follarte cuando caminas, cuando te despiertas momentáneamente a las 6 de la mañana con un lapsus en tu traquea, cuando chupas la cucharilla del café, cuando te recortas las patillas y me miras sin mirar, me miras mirando, me miras amando. Debo hacerte el amor por segundos como devoción a lo que creí inexistente en mí y a tus piernas como religión y castigo. Doblegarnos en el resto del tiempo con el sudor y el flujo como instinto. Dejar marcas de caminos paralelos que se cruzan en ocasiones en mi tez. Marcas que solo verás tú. Que solo veré yo. Que solo nos haremos cuando, antes del fin del mundo y en el futuro incierto, no deba aprenderme tu entidad para llenar el vacío del eco de desearte y de estar lejos para poseerte. Distanciada como condena a la inocencia de necesitar lamer tus lunares con mi lengua afilada teniendo como medida, la saliva que te regalaré lo que le quede a este cuerpo intoxicado por respirar y no el tiempo.


*Nosotros no seremos, somos héroes. Héroes en el fin del mundo.

3 comentarios:

  1. “Todo está dibujado en mi cabeza como un salvavidas en una habitación vacía.” Creo que es la idea fundamental y más ilustrativa de aquello que podemos considerar amor.

    El filósofo alemán Schopenhauer dijo en una ocasión: "El amor es la compensación de la muerte; su correlativo esencial". No sé si será así, pero sería tranquilizador, a la par que placentero, que esto fuera tal y como afirmó. Al fin y al cabo, nuestras andanzas en la vida se relatan de manos del amor. Es difícil hacer memoria de un momento agradable en el que el amor no sea el pretexto oculto, y, por contra, las desgracias amorosas siempre son mucho más duraderas y truculentas que en los demás campos existenciales.

    Solemos buscar excusas, subterfugios en los que dar sentido a nuestros días, para hacer más ligero y agradable el camino hacia el fin, hacía un fin desconocido y aún por recorrer. El amor siempre nos ayuda a sentirnos un poco más vivos y no un poco más muertos, sería semejante al símil del vaso medio lleno o medio vacío pero en el ámbito de la vida. Se tiñe el tapiz negro, frío y callado, que acompaña a nuestros pasos, de cálidos colores, de mezclas de dulces olores y aires frescos y renovados, se llena de luz y se aclaran las mañanas con el canto de los pájaros que sobrevuelan los cielos, que desaparecen tras el horizonte más cercano. Todo es igual pero diferente al momento anterior a que unos labios aparecen rozando nuestro cuerpo, o simplemente cuando una mirada se cruza con nuestra pupila en un instante fortuito, o no.

    El texto, en su plenitud, me ha parecido muy lindo. La verdad es que es precioso, quizás un poco alejado de lo que me tenías acostumbrado. El hálito de vida que emanan tus palabras es alentador, lleno de esperanzas y de lucha.

    Gracias por llenar mis días de palabras, y más palabras. Es todo un lujo existir para poder leer suntuosas composiciones como esta.

    Yasmín, siempre es un placer poder leerte, y saludarte.

    Hasta pronto.

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  2. Me pregunto si los héroes se han perdido...

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  3. Wow... We can be heroes, dijo Bowie...
    Esto es un pedazo de texto. ME quedo y te sigo. Me encanta ese cartel urbano y su lema. Drive and drive.

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