domingo, octubre 02, 2011

Mal inacabado


He encontrado otra respuesta,
De las que nunca aprendí a aceptar
Estaba en el poso de un vino asequible,
Luego en tus colmillos desafinados.
Una respuesta a un mar de preguntas:


Es un mar de hastío

Es un mar de mal amor(es)

Es un mar eyaculando sobre un lecho desintegrado

Es un mar de males en un ser sin anhelo

Irreversible y desolado; cansado es el mal inacabado.



(fue-es-SER-será)

1 comentario:

  1. Y es que es tan difícil aceptar la realidad que nos invade, tan difícil…

    El filósofo español Ortega y Gasset dijo algo que todo el mundo piensa, pero que en su boca se convierte en cita célebre (absurdos de la vida): “Hay tantas realidades como puntos de vista”. A veces las soluciones se nos presentan ligeramente deformadas por ese tamiz incorregible que nos llena de miedo. La incertidumbre a que algo pueda suceder es, por norma general, un paralizante tan fuerte que nos hace retroceder lo andado y volver a un hito donde todo son ruinas, donde nada puede ir peor, pero donde sólo existe la esperanza y un futuro imberbe aunque cada vez más gastado.

    Sentir el corazón como un cementerio de flores frescas es tan fácil como asomarse a la ventana. Y si el amor nos hace débiles, baja el nivel de alerta de nuestras fronteras y nos convertimos en un blanco perfecto, la desazón del desamor, nos vuelve nostálgicos, macilentas calaveras que aúllan a las estrellas, ceniceros llenos de distancia, entes ausentes en las madrugadas… la cama parece siempre tan vacía.

    Es fantástico notar que regresas mi más que apreciada Yasmin. No te imaginas cuanto me alegra volver a sentir la pesadez de tus palabras afiladas perforando mis retinas; es un placer inefable.

    Saludos.

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